Gabriela nos cuenta...

         Hola, soy Gabriela, a los 15 años me enamoré de un chavo, no lo conocía muy bien, nos presentó un amigo, nos tratamos poco tiempo y luego me llegó. Me decía que quería tener relaciones conmigo, cada vez era más insistente, yo en realidad no quería, pero un día me harto, y le dije que sí. Lo que pensaba es que “si así lo tenía contento”, entonces así sería. No usamos condón porque a él no le gustan esas cosas y, cuando le decía “ponte un condón”, él respondía que no. La primera vez con él no sentí nada, no lo disfruté, pensaba que él no valía la pena para tener relaciones, la tuve porque insistió mucho y creí que era la única forma de quitármelo de encima.

         Lo peor sucedió un día que estabamos solos, me hizo tomar hasta el grado de emborracharme y luego abuso de mí. Yo le decía que no quería, pero él me sujetó muy fuerte y me quitó la ropa; no sabía que eso era una violación, creí que era normal aunque me sentía muy mal por lo que había pasado.

         Al principio no le dije nada a mi mamá porque no teníamos mucha comunicación, nuestra relación nunca fue buena y me dio miedo que pensara que era mi culpa o que yo me lo había buscado. Casi un mes y medio después me di cuenta que estaba embarazada, cuando le dije a mi chavo lo negó y me mandó al diablo, no quiso hacerse cargo del bebé. A veces me mandaba amenazar, decía que no era de él y que si se juntaba conmigo me iba a ir del carajo, que me iba a        golpear.