Hola soy Karina, mis amigas me decían que “es normal hacerlo entre novios”, así que cuando mi novio me preguntó si quería que tuviéramos relaciones sexuales le dije que si con toda seguridad, pero la verdad no estaba convencida ni lista para hacerlo, aunque no podía permitir que “mi novio” pensara que todavía era una niña, mucho menos que se diera cuenta que me moría de miedo y de nervios nada más de pensar cómo iba a resultar esta experiencia.

         En varias ocasiones hablamos, aunque en verdad no mucho, sobre el lugar y el momento en que lo haríamos, acordamos que una fiesta sería el pretexto perfecto para ausentarnos algunas horas, sin que nadie sospechara dónde estábamos. Sentíamos que todo estaba bajo control, yo pensaba que él era todo un hombre y que sabría qué hacer; quizá por eso no planeamos todo, o al menos no lo más importante. Sabíamos algunas cosas: las que nos dicen en la escuela, en la clase de sexualidad; otras sobre cómo prevenir un embarazo las escuchamos en los anuncios de televisión, y, las menos, las escuchamos en las pocas conversaciones que cada uno había tenido en su casa. La posibilidad de un embarazo no estaba en nuestros planes y sólo por eso no podía pasarnos.