Violencia Sexual

            Ya hemos hablado acerca de la definición de violencia y, en conclusión, podemos decir que la violencia es todo aquel acto que nos lastima tanto física como mentalmente. Y aunque hemos aprendido juntas y juntos que la violencia no es natural, si volteamos a nuestro alrededor podemos ver, escuchar, y sentir que algunas personas justifican e incluso consideran normal abusar de una mujer si sus pechos son muy grandes, si es muy caderona, si trae la falda muy corta, si su escote es muy amplio, si es muy sociable, si es muy tímida, etcétera. Estas personas justifican que un esposo abuse sexualmente de su pareja por el único hecho de ser su esposa, o que un padre abuse de sus hijas e hijos.

            La violencia sexual es una de las situaciones más difíciles de reconocer, entender, atender y enfrentar. Abarca desde un acto sexual sin consentimiento, comentarios o insultos sexuales no deseados, y se da en cualquier ámbito, incluido el hogar, el trabajo y la calle. Este tipo de violencia nos puede ocurrir a cualquiera, sea cual sea nuestra edad, condición económica, religión, etcétera.

            Todas y todos aprendemos de una u otra manera a poner límites, los cuales son tan variados como seres en la Tierra, pero la libertad sexual tiene límites claros que se basan en el respeto a la decisión de las demás personas; es decir, a que no se puede imponer a nadie la realización de actos sexuales.

            Cuando alguien, ya sea de nuestra familia, un amigo, nuestro novio o un desconocido hace algo contra nuestra libertad sexual mediante cualquier forma de violencia como el engaño, el chantaje, amenazas o el uso de la fuerza física,        se denomina violencia sexual.